Cada mañana, desde que nos
conectamos a la red, aún dormidos y sin vestirnos con cierta claridad mental
que nos hace impermeables, recibimos un bombardeo de información. Podemos
desayunar una taza cargada de cafeína y noticias demoledoras, o un te de
hierbas y un puñado de decálogos para
aspirar al nirvana o alcanzar el éxito profesional en fáciles pasos.
Puede ser estimulante
enfrentarse al mundo con el ánimo combativo frente al universo
informativo armados de consejos infalibles.
Por el contrario, podemos
debatirnos entre una sensación de deprimente pesadez hacia la que nos empujan
las noticias, sobre todo económicas, y la multitud de soluciones que desde los
foros se proponen para conseguir nuestros objetivos.
Los periódicos de la mañana: Nails for breakfast, tacks for snack*.
*Clavos para desayunar,
chinchetas para picar.
Aislarse de las (malas)
noticias no es posible desde el momento en que nos conectamos. Es preferible asistir al
espectáculo de la crispación diaria, que en ocasiones se
desborda, tomando perspectiva, sabiendo que la realidad, por mucho que nos la
vendan empaquetada, es la nuestra. Única, personal e intransferible. No es una sucesión de hechos sino la huella emocional que cada hecho nos provoca lo que conforma nuestra visión del mundo, por tanto, cada
realidad es personal e intransferible.
No perder el optimismo por
mucho que cueste, y cuando se pierda, reconocer que a veces nos podemos permitir el lujo de rendirnos aunque sea para coger fuerzas.
Infoxicación
Partiendo de lo positivo que
tiene el estar informado e informar, ante tantas opciones: redes, foros, posts, tweets…¿Con
cuál quedarse? ¿Qué información creer, en qué red estar o qué consejos seguir? Reconozcámoslo:
no damos abasto.
Seleccionar las fuentes,
contrastar, filtrar, aplicar nuestro
criterio, y saber que, aún así, nos podemos equivocar.
En lo referente a la gestión de la
comunicación corporativa, o seleccionamos lo más adecuados para nuestros
intereses o afinidades, o necesitamos ayuda para manejar el perfil en la red.
Siguiendo… ¿a quién? Expertos que contradicen a expertos.
Doy por sentado lo positivo
de acceder a consejos de expertos y agradezco que compartan
sus conocimientos. Aún así, las claves para una comunicación online eficiente y
eficaz no forman parte de las matemáticas. Hay axiomas, no dogmas. Nadie como
uno mismo para, utilizando el criterio propio fruto de la experiencia y
conocimientos previos, seleccionar y experimentar con los consejos que parecen
más apropiados. Uno de los especialistas en materia de éxito empresarial, Richard Brandson, aconseja ser conservador cuando al
preguntarnos ¿qué es lo peor que puede pasar si hago esto?, la respuesta es: supone demasiado riesgo
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